MERIDA, YUCATAN, 26 de mayo de 2021.- Desde fines de 1991 cuando los gobiernos federal y estatal liquidaron a la empresa Cordeleros de México, S.A. de C.V. (CORDEMEX), la Unidad Habitacional “Revolución” donde viven las familias de los ex trabajadores de la extinta paraestatal, poco a poco fue quedando en el olvido de las autoridades municipales y también de manera palatina se fue quedando sin varios de los servicios que tenía.
Lo anterior es parte del testimonio de los vecinos de dicho lugar, algunos de los cuales son fundadores en 1968 de aquel sector de la urbe meridana al cual también le llaman “Tapetes”, en alusión a una de las fábricas donde se procesaba le fibra del henequén para luego enviar a los mercados nacionales y extranjeros.
Uno de ellos, Don Julio lamentó el abandono en que se encuentra el sitio, luego de que la gobernadora dulce María Sauri Riancho acordó con el presidente Carlos Salinas de Gortari extinguir al consocio cordelero que fue una verdadera cueva de Alí Babá en la cual se inflaron las alforjas de sus directivos sin ningún beneficio para los campesinos que cultivaban el agave y mucho menos para los empleados de la compañía.
En un recorrido por el lugar, la abanderada del Partido de la Revolución Democrática (PRD) a la curul federal del IV distrito, Adriana Vargas León, acompañado de Don Julio, constató la situación en que está “Tapetes”, calles llenas de baches, hay fugas de agua potable por doquier y áreas verdes y de recreo descuidadas.
Amas de casa que compraban en el mercadito dijeron que cerca de éste había un pequeño parque infantil que fue cerrado al desaparecer Cordemex y criticaron que también haya desaparecido el cine y el banco, que fueron derribados para poner una caseta policíaca y la agencia del Ministerio Público.