PROGRESO, YUCATAN, 12 de julio de 2020.- Sin importar el riesgo que corren de contagiarse y morir a causa de coronavirus, más de 15 mil personas desafiaron a las autoridades, brincaron las normas sanitarias vigentes durante la pandemia de dicho mal y hoy domingo se lanzaron a las playas y se esparcieron desde los puertos de Chelem hasta Uaymitún.

Los informes a la mano indican que pese a la advertencia oficial de no ir a veranear en nuestros litorales, cientos de vacacionistas se instalaron en la arena de dichos sitios costeros, familias completas desde niños hasta ancianos e incluso discapacitados llegaron a los puertos del norte de nuestra entidad, con neveras retacadas con cervezas y refrescos, hamacas que colgaron en las palapas playeras y todo lo necesario para disfrutar del sol y de la brisa marina.

Los ricos o pudientes tampoco se quedaron atrás y desde que despuntó el alba hasta caer la tarde fue común observar que navegaban a bordo de sus lanchas y yates de recreo, felices de la vida, pues como poseen dinero, sí se enferman con aquel mal no tendrán problemas para acudir a recibir tratamiento en los más exclusivos hospitales privados de la capital yucateca.

Fueron estériles los esfuerzos que hicieron los agentes policíacos tanto de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) como de la Municipal de Progreso (PMP) para evitar que los bañistas se quedaran en la playa o entraran al mar e incluso, la Comuna dispuso colocar vallas metálicas en los principales accesos a la paya de Progreso, pero a la gente le valió pistola.