MERIDA, YUCATAN, 10 de enero de 2025.- Una gran Rosca de Reyes de 400 metros de largo, elaborada por 40 panaderos privados de la libertad, fue el motivo para que tuviera lugar un convivio en el Centro de Reinserción Social (CERESO) de esta ciudad, como parte de las acciones que lleva a cabo el Gobierno de Estado para promover el acercamiento a actividades deportivas, educativas, artísticas, culturales, de salud y laborales de los reos.
Esta acción hizo posible la convivencia de los presos, sus parientes y las autoridades del penal, quienes, en conjunto, disfrutaron del tradicional pan, así como de una muestra de grafitis y una exhibición de baile.
El emotivo encuentro se enmarcó en un ambiente festivo dado el alegre motivo de la celebración, y entre risas y pláticas, avanzaron en la fila que se formó para llegar a las mesas donde se colocaron las roscas, instaladas alrededor del campo de fútbol, donde formaron un perímetro de 400 metros de longitud.
En la preparación del tradicional pan se utilizaron mil 300 kilogramos (kg) de harina, 300 kg de manteca vegetal, 280 kg de azúcar, 26 kg de canela molida, 80 kg de imitación de acitrón, 33 kg de mantequilla y 26 de magimix -una mezcla de ingredientes para mejorar las condiciones de las harinas-, así como 135 litros de leche, 80 rejas de huevo y 3 mil figuras alusivas al Niño Dios.
Los 40 tahoneros que participaron en la elaboración, todos reclusos, iniciaron la titánica labor desde las 9 de la noche del día anterior y terminaron 16 horas después, es decir, a la 13.00 horas del día siguiente
Al partir la rosca, el director del CERESO, Francisco Javier Brito Herrera, agradeció a todos los que hicieron posible cumplir con la elaboración del pan e invitó a las familias a permanecer unidas durante este año que inicia, al tiempo que indicó que este tipo de actividades son una oportunidad para reunir a las personas privadas de la libertad con sus familias, lo que genera condiciones que facilitan su reinserción a la sociedad.
Posteriormente, las autoridades penitenciarias se trasladaron al área femenil de la prisión donde compartieron una porción de la rosca con las mujeres privadas de la libertad.